A Andrés Pulido, egresado del Colegio Cumbres y uno de los creadores del Periódico el Espejo, siempre le han gustado las letras. Estudió Periodismo, es escritor y tiene muy latente el impulso por contar historias, todo eso se lo debe sobre todo al proceso con el Periódico.

Nos cuenta que esta gran idea salió de una clase de Química con Mr. Patiño, mientras desarrollaban un taller, el tema de conversación era ‘’El Argonauta’’, periódico el cual soñaba lanzar su amigo Juan Diego Loaiza en el Colegio. Con él, varios de ellos tuvieron la grata fortuna de involucrarse en la escritura creativa, ahí fue donde nació esa curiosidad por las letras.

Se encontraban en décimo y debían definir cuál iba a ser el proyecto de investigación que sería para ese año y el próximo, decidieron que ese año iban a montar todo el anteproyecto, las bases del periódico y a sacar la primera edición finalizando el año. También definieron que en once iban a sacar cuatro ediciones más para ya dejar rodando el periódico cuando no estuvieran. A Andrés le interesó mucho aportar al periódico, ya que como bien lo decía, es vocacional, pues finalmente terminó estudiando Periodismo, además, también lo hacía como tributo a su amigo Juan Diego. Ellos sentían que, dejando ese legado, los estudiantes iban a incentivarse más por la escritura.

El Espejo lo pensaron como un espacio en el que los estudiantes de Cumbres se pudieran ver reflejados. Un territorio de letras donde cualquier niño o niña, joven o adolescente pudiera expresarse, informarse o entretenerse. Este había sido creado por estudiantes y para los estudiantes.

Nuestro egresado recuerda con una grata sonrisa la primera edición de El Espejo, ya que fue lanzada en una clase pública, al final del año. Según él fue genial, aparte de darla toda, todo quedó divinamente: los chicos le tomaron una foto, en cenital, como si Andrés estuviera cayendo de una bicicleta. La idea era que llegara a la exposición del lanzamiento montando bici, como un repartidor de periódicos, con boina y todo, gritando “¡El Espejo, El Espejo!” y tirándole al público periódicos enrollados con cauchos. Para hacerlo más atractivo y diferente en la primera plana de El Espejo aparecía: ‘’Joven se cae de la bicicleta en plena clase pública’’; y la foto ahí, en toda la portada. Aparte de este había un texto de Loaiza, Apología a la Lentitud, relatos de estudiantes, crucigramas, caricaturas, entre otras cosas.

El equipo que habían conformado para esta gran iniciativa fue siempre muy comprometido y versátil a la hora de desarrollar los roles en el periódico. Se apoyaban en la creación del concepto, en la lectura y selección de textos a publicar, en los comités y reuniones con el coordinador, etc.

Para él, el apoyo del Colegio fue fundamental para poder lograrlo, personas como Diego Botero, Carlos Mario Garcés, miss Marta, entre otros, creyeron en ellos y les extendieron la mano para salir adelante con el proyecto. Siempre se destinó un rubro específico que cubría sobre todo la impresión de copias para las cinco ediciones que sacaron.

Esta experiencia para Andrés fue muy bonita, reitera que fue muy gratificante pensar que se pudo dejar un legado en el Colegio y que se extiende en el tiempo.  En retrospectiva, estar en el Periódico fue determinante para Andrés.  Según él a uno le repiten todo el tiempo que el Colegio es la mejor época de la vida, que es inolvidable. Por cosas como El Espejo, se convence de ello.

Estamos muy agradecidos con Andrés por retroceder en el tiempo y recordar sus escritos y la gran idea que tuvieron al crear este gran Periódico que aún sigue vigente en nuestro  Colegio.